El carbón vegetal es un material combustible con un alto porcentaje de carbono, que se caracteriza por ser poroso, sólido y frágil.

Se obtiene cuando la madera u otros residuos vegetales arden en ausencia de aire (carbonización) a temperaturas que oscilan entre los 400 y los 700 º C. Su poder calorífico llega a ser hasta 3 veces superior al de la leña, llegando a estar entre los 25.000 y los 35.000 kj/kg.

Sin embargo, cuando hablamos de carbón, es frecuente mezclar el carbón vegetal con el carbón mineral, como si ambos fuesen iguales. Y es cierto que ambos son combustibles, del mismo color y hasta pueden llegar a tener la misma forma, pero su producción y composición son totalmente diferentes.

El carbón mineral es una roca sedimentaria de color negro, con un alto porcentaje de carbono, que se formó a partir de los vegetales que crecieron durante los periodos carboníferos, hace unos 300 millones de años.