Los mitos más antiguos de México cuentan que nuestro mundo fue creado por los dioses del maíz; ellos también nos crearon a los seres humanos y nos dieron el alimento; el sustento.

Todas las culturas asentadas en la región mesoamericana, es decir, desde México hasta Panamá, dependieron del maíz como base en su comida y su vida religiosa. A la llegada de los españoles, el maíz se cultivaba en casi todo el continente americano. Aquí habitaba la gente del maíz, residían los pueblos y las culturas del maíz.

En cambio, los europeos -desde el mediterráneo hasta Persia- pertenecían a la cultura del trigo, y los hombres y las mujeres de la gran Asia a la cultura del arroz.

La comida de los antiguos mexicanos constaba de muchos alimentos, pero el maíz estaba profundamente ligado a la divinidad.

Centeotl, dios azteca del maíz, era un dios peculiar. No dominaba ninguno de los elementos y tampoco figuraba entre los más grandes. Simplemente era el maíz, el cereal que más rendía, aguantaba plagas y heladas, y crecía en muy diversas condiciones.

¿Maíz Transgénico? Riegos para el ambiente, la salud y la soberanía alimentaria de México

Primera edición 2007

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